Y todo pasa tan rápido que, en el año 2020 comenzó el proyecto de Club de bordado feminista, una colectiva de mujeres que se unen para reflexionar, conocer y dialogar sobre otros territorios, otros feminismos, otras mujeres. Agitando conciencias con el fin de transitar de la otredad hacia un nosotras sin diluir la identidad que define a cada comunidad. Utilizan el bordado y las prácticas textiles como práctica artística apropiándose de ella como herramienta reivindicativa, subvirtiendo así su carácter dócil y privado.
Anteriormente ha tenido la ocasión de llevar la mediación en sala en diversas exposiciones de la mano de Pedagogías invisibles. Y vivir la experiencia como acompañante en un proceso de investigación de pedagogía libre, Ciudad Diwo (Matadero, Madrid)