Roberto Martínez, natural de La Rioja, es bailarín, director de escena y artista plástico. Comenzó a bailar y a descubrir todo lo que su cuerpo podía hacer mientras estudiaba Bellas Artes en la Universidad del País Vasco. Después se estableció en Sevilla dónde completó su formación como bailarín en el Centro Andaluz de Danza y donde comenzó a desarrollar sus propios proyectos escénicos. Amplió su bagaje coreográfico en el Centro de Desarrollo Coreográfico de Toulouse, Francia, estableciendo un estrecho vínculo de creación con este país, que a día de hoy sigue siendo muy prolífico.
Su práctica artística es esencialmente transdisciplinar y sucede siempre en continuo diálogo entre el cuerpo y la imagen. Esto le ha permitido explorar medios de expresión muy diversos que abarcan desde la propia danza, hasta el diseño de vestuario pasando por el dibujo, la escenografía, la pintura, la escultura, el video y también, la botánica. Desde 2007, desarrolla diferentes performances y proyectos de danza explorando su propia autobiografía, construyendo así su propia mitología. Su polimorfa carrera artística le ha llevado a colaborar con artistas, pedagogos, coreógrafos y terapeutas tan dispares como Pablo Peña, Meg Stuart, Christian Rizzo, Francisco Camacho, Fran MM Cabeza de Vaca, Jared Gradinger, Shannon Cooney, Mark Tompkins, Abraham Hurtado, Andrés Marín, Aitana Cordero, Bárbara Sánchez, Susana Hernández o Rocío Márquez entre otras.