En Getafe, junto al Parque de Castilla-La Mancha y muy cerca del Campus de Getafe de la Universidad Carlos III, encontramos el IES Menéndez Pelayo. Desde el exterior del centro, podemos ver la amplia fachada del edificio Azaña, que oculta a la vista los otros dos edificios principales, Castilla y Silverio Lanza. A la izquierda, junto a un aulario, el visitante encuentra un aula al aire libre, que representa una declaración de intenciones de las actuaciones que podremos conocer más adelante.
En realidad, el IES Menéndez Pelayo es un auténtico instituto tres-en-uno: son tres edificios pertenecientes a tres centros diferentes en origen pero unidos en 2013 bajo la coordinación de un único equipo directivo y para albergar a un claustro de unos 100 docentes y unas 900 alumnas y alumnos – todo ello con tres gimnasios, tres salas del profesorado, un huerto ecológico, un domo geodésico y unas amplias pistas deportivas y patios. En resumen, un auténtico “gigante” educativo en el barrio de Las Margaritas (Getafe).
A nuestra llegada al instituto nos recibe y guía Alicia Bernardos, orientadora del centro. Con ella visitamos el primer edificio del instituto, el Edificio Azaña. El Azaña es un edificio de tres plantas, de ladrillo visto, donde encontramos, además de algunos espacios comunes, al alumnado de primero de ESO y de Bachillerato.
En este edificio conocemos el primer aula sobre la cual se intervino el pasado curso gracias a la Red PLANEA: el Aula Experimental. Este aula ha pasado de ser una clase convencional a disponer de varios espacios flexibles (graderío modular, mesas de trabajo y espacio abierto con cojines) diseñados por los propios estudiantes, los cuales se utilizan para trabajos en grupo, grupos interactivos, reuniones del profesorado o algunas actividades concretas de distintas materias que requieren un formato de aula más abierto. Además, este espacio cuenta con unos paneles móviles, un recurso diseñado como parte del trabajo en PLANEA, que sirven a la vez para filtrar la luz de las ventanas, vestir diferentes espacios y presentar carteles u otros recursos. Como nos cuenta Alicia Bernardos, este espacio se ha convertido en un aula “agradable y que da juego”, tanto en el plano físico como lumínico y acústico.
Tras la visita por el edificio Azaña, asistimos a las “estructuras” que se organizan en el centro. Estas “estructuras” son talleres de 55 minutos (inspirados en una propuesta original del IES Miguel Catalán, de Coslada, Madrid) que reúnen a unos 20 estudiantes de primero y segundo de ESO una vez al mes con diferentes temáticas (escritura creativa, convivencia, etc.) propuestas por el profesorado, antiguos docentes del centro, los agentes colaboradores de PLANEA u otros agentes externos como, por ejemplo, el Ayuntamiento de Getafe.
Una de estas estructuras, quizás la más “visible” en el centro, es la que promueve la Red PLANEA para generar un proceso de transformación de espacios mediante “soluciones arquitectónicas o de juego a las problemáticas que tienen en los patios”, según lo describe Eva Morales, de
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La estructura que observamos el día de nuestra visita está liderada por Pez Arquitectos, a través de la figura de Patricia Leal, y por Basurama, con la participación de Rubén Lorenzo. En concreto, estaban preparando unas gradas para el patio; en todo el centro apenas hay un banco en el exterior para sentarse durante los recreos, a pesar del gran número de estudiantes y de la amplia extensión de los patios, lo cual hace de estas gradas una petición urgente por parte del alumnado. Así pues, con la intención de dar respuesta a esta necesidad, pudimos observar a Patricia, que promovía la elaboración de bocetos por parte de los estudiantes del centro, y a Rubén, que acompañó el diseño de un prototipo de gradas a partir de mesas en desuso del propio centro.
En relación con estas estructuras, nos parecen especialmente interesantes cuatro factores que nos expone Patricia Leal, arquitecta residente de PLANEA en el instituto: en primer lugar, es importante partir de los intereses y las preocupaciones de los estudiantes (los estudiantes pedían “disponer de espacios de juego”, “contar con sitios para sentarse”, “tener espacios de desfogue como el saco de boxeo”, etc.); en segundo lugar, también es interesante la idea de reutilizar elementos del propio instituto, a partir de un inventario realizado por Pez Arquitectos durante el primer curso de PLANEA en el centro; en tercer lugar, la actividad se centra en el co-diseño (y prototipado) realizado por los estudiantes a partir de estos “materiales en desuso”; finalmente, los productos finales que se van creando se presentan a la comunidad educativa, incluidas las familias, para socializar el resultado – como ya se hizo con las aulas al aire libre durante el curso 2020-2021, pues allí se celebraron las reuniones con las familias en las Jornadas de Puertas Abiertas del centro.
Rubén Lorenzo (Basurama) define la estructura como una “acupuntura de transformaciones puntuales, muy breves, algunas más efímeras que otras en función de los materiales y el uso que tienen, que van abriendo preguntas acerca de cómo se relacionan en el patio y qué conflictos surgen, y para ampliar la mirada” más allá de los planteamientos convencionales en relación con los espacios educativos. Además, Rubén destaca que en esta estructura el alumnado está trabajando con las manos y los materiales existentes (pupitres en desuso, una vieja pizarra, un neumático, cuerdas, etc.) y que es el alumnado quien realiza la intervención con el acompañamiento y algunos recursos facilitados por Pez Arquitectos o Basurama.
En este sentido, no es tan importante que un recurso funcione bien, mal o no funcione (o se estropee con el uso) como que el proceso de participación, prototipado y creación permita aprender y hacer preguntas acerca de los usos y posibilidades del espacio y de los recursos existentes; las intervenciones realizadas “dan claves” para el cuestionamiento y la acción futura, como afirma Rubén Lorenzo: el objetivo es que el alumnado se convierta en agente de aprendizaje, que sean activos en la propuesta de nuevos usos y cambios al centro, al equipo directivo y al profesorado, superando el inmovilismo y perdiendo “el miedo a hacer cosas”.
Otra intervención que está generando PLANEA en el instituto es el trabajo en torno a las tipografías, la señalética y los iconos en el centro. Esta actuación, coordinada por Ángel Sesma como agente colaborador y Lola Herrero como miembro del equipo directivo y coordinadora de PLANEA en el centro, es también una intervención sobre los espacios que pudimos observar en directo cómo se desarrollaba.
Dos talleres sobre tipografía e iconografía se llevaron a cabo el día de la visita, tutorizados por Ángel Sesma y por el profesorado de los grupos de 1º de Bachillerato y 1º de la ESO. En el primero, el alumnado exploró el diseño tipográfico con unos módulos o piezas de papel movibles, sobre un librillo de trabajo diseñado ad hoc para facilitar la creación de un alfabeto modular; en grupo repasaron sus creaciones de la clase anterior y las contrastaron con tipografías ya existentes. Términos como masa de tinta, stencil, caja baja y caja alta resonaron en el aula. Las alumnas y los alumnos comentaron qué quisieron reflejar con su propuesta de una “M” o de una “S”, qué les evocaba cierta propuesta tipográfica y, poco a poco y de manera orquestada por Ángel Sesma como creador y Lola Herrero como docente, el alumnado fue dando forma a la tipografía del IES Menéndez Pelayo.
En un segundo taller, un grupo de 20 alumnas y alumnos de 1º de la ESO se organizaron en grupos de trabajo para responder al siguiente reto: crear un símbolo a partir de piezas modulares que comunique mensajes sobre el centro como lugar de convivencia y de cuidado. Antes, Ángel presentó al grupo ejemplos de símbolos e iconos utilizados por otras culturas o en otros momentos históricos. Con estas claves y la asistencia de Ángel y Pablo de Dios, profesor de dibujo, los estudiantes crean sus iconos y los comparten en un entorno de trabajo distendido pero concentrado.
Al final de la clase, se pueden ver algunos prototipos de símbolos que el alumnado nos explica: una mariposa con dos alas distintas para representar la diversidad, una puerta hacia un jardín como un espacio de paz y tranquilidad, flores y siluetas de personas, entre otros. El tiempo pasa rápidamente y es hora de recoger el material y registrar esas primeras creaciones que continuarán su proceso de prototipado en la siguiente clase.
Ángel, creador y profesor universitario en el área del diseño, vive con alegría ser parte del proyecto de arte y escuela del IES desde el curso 20-21, cuando se desarrolla un taller de señalética inclusiva para imaginar otra forma de representar los baños o la consejería, y de numerar las plantas y los accesos a las aulas. Valora especialmente que el alumnado tenga oportunidades para explorar el diseño no sólo desde un punto de vista estético, sino también funcional y transformador; “la capacidad de creación y el valor del diseño como agente de cambio social”, “de ayudar a moverse en el instituto, que todo el mundo se sienta representado”.
También le interesa que el alumnado identifique el diseño gráfico como una salida profesional que incluye el diseño de identidad gráfica. Además, espera que apliquen lo aprendido en la presentación de trabajos, que los talleres les ofrezcan conocimientos básicos de cultura visual y que se reivindique el valor del diseño en cualquier actividad. Finalmente, el mural que realizarán en el centro tiene un sentido creativo y de elaboración conjunta frente a la idea de un diseñador o diseñadora en solitario.
La entrevista con el equipo directivo complementa las aportaciones de Alicia, Lola y los agentes colaboradores. El equipo nos transmite que entienden PLANEA como un compromiso del centro con la Fundación Daniel y Nina Carasso para poner en marcha situaciones de mejora de los espacios educativos. Entre otras cuestiones, este compromiso permite tomar conciencia del valor educativo de los espacios, además de que se están mejorando las aulas, los pasillos, los patios y el entorno del instituto desde una perspectiva estética.
Sin lugar a dudas, el espacio es un reto en el IES Menéndez Pelayo y tener a personas expertas como agentes externos para lanzar una “mirada distinta” al centro permite a la comunidad educativa cambiar la perspectiva y plantearse actuaciones transformadoras. Además, los proyectos, realizados con materiales sencillos y de manera muy rápida, provocan una reacción positiva en el alumnado y el centro, que también toma conciencia de que con unos materiales mínimos se pueden hacer transformaciones interesantes.
El equipo directivo también valora muy positivamente el análisis y diagnóstico llevado a cabo por Patricia Leal (Pez Arquitectos) como arquitecta residente durante el primer curso de PLANEA (curso 19-20). Este diagnóstico se realizó a través de un seminario con el profesorado y cuestionarios al profesorado y alumnado. Con los resultados de ese análisis Patricia elaboró un plano con las propuestas recogidas; los documentos resultantes sirven como hoja de ruta para las transformaciones a realizar durante el desarrollo de PLANEA.
El equipo directivo nos sitúa también en la perspectiva global de transformación que supone PLANEA en el centro. En concreto, hay tres líneas de transformación: señalética, transformación de patios y transformación de aulas. Así, por ejemplo, en relación con señalética se celebró, como ya hemos comentado anteriormente, un taller de poesía que se trabajó con el profesorado de lengua para ver cuáles eran los mensajes que se querían lanzar; a partir de ahí, hay un taller de tipografía y, posteriormente, un taller de de intervención mural con vinilos adhesivos, utilizando las mismas figuras que en el taller de iconografía anteriormente descrito.
Este año, además, se ha puesto el foco en vincular el arte y las propuesta de PLANEA con el currículo de distintas materias, como contenidos propios que pueden ser trabajados en clase y evaluados. En esta línea, asignaturas como matemáticas, música, dibujo, lengua e inglés se han involucrado en diferentes actividades que confluyen en la creación de un estilo tipográfico para el IES, generado por el alumnado, así como en la realización del mural con la iconografía y los mensajes de convivencia y valores cuya ideación también es generada por el alumnado de diferentes cursos de ESO y Bachillerato. Todo ello se plasmará en una zona del IES, lo cual esperan que fortalezca el sentido de comunidad entre el alumnado.
Finalmente, mirando PLANEA con perspectiva, el equipo directivo entiende que se han hecho muchas cosas en estos tres años a pesar de la pandemia: el diagnóstico del primer año, los talleres y actividades del curso pasado (el concurso de caja-asiento, el Aula Experimental, las aulas al aire libre y los talleres al final de curso con el alumnado, etc.) y las estructuras y talleres más participativos de este curso, que ya están teniendo un impacto positivo en los patios y en los pasillos. Por todo ello, el equipo directivo muestra su satisfacción y su optimismo para los próximos años de PLANEA en el IES Menéndez Pelayo.
En conclusión, es muy interesante observar la retroalimentación de los propósitos de aprendizaje y transformación llevados a cabo en el marco de PLANEA y los objetivos básicos que el IES persigue: la formación a partir de proyectos innovadores, en espacios acogedores y estructurados, con espíritu crítico y de cuidado de sí y del medio ambiente. Sin duda, en los próximos años aprenderemos mucho acerca de cómo el Arte puede contribuir a la transformación de los espacios educativos gracias al IES Menéndez Pelayo y su participación en PLANEA.
