Son las nueve y por la calle pasan niñas y niños para entrar en sus coles y dar comienzo a la jornada escolar. Nos encontramos en el distrito de San Blas-Canillejas, al Noreste de Madrid, donde habitan más de 150 000 personas, de las cuales un 10% provienen de otros países. Es un barrio de origen obrero, con fuertes contrastes en su configuración actual. En cuanto a la oferta de educación pública, en total 15 centros educativos atienden a alumnado de Infantil y Primaria: entre todos ellos destaca, por su proyecto propio de Educación Artística, el CEIP República de Chile, hacia el cual nos dirigimos.
El Chile, como suelen llamarlo estudiantes, docentes y familias, entiende las artes como herramienta fundamental para que niños y niñas alcancen su pleno desarrollo personal, social y académico. El arte es la metodología vertebradora de los contenidos curriculares, a partir de la cual esperan que el alumnado se conozca a sí mismo y al mundo. Todo ello forma parte de la identidad del centro, y se anuncia en un cartel informativo a la entrada del CEIP.
La trayectoria de arte y escuela inicia formalmente en 2017 con el diseño de su proyecto artístico “Superarte”, nombre que transmite la aspiración de este centro educativo a sembrar una semilla de superación y esperanza en el alumnado a partir de las prácticas artísticas. Desde 2019, este CEIP se suma a la Red PLANEA como centro piloto y la presencia del arte en la escuela se acelera y crece.
Un primer patio recibe a la comunidad educativa con un gran tronco y un jardín vertical. “En este cole se hace barrio”, se lee en la zona inferior de uno de los muros. Como nos explica Arantxa Mitjavila, directora del CEIP y anfitriona de nuestra visita, todos estos detalles son la huella de la colaboración de distintos colectivos con el cole: el Chile es un centro educativo abierto al barrio y a su entorno.
De la mano de PLANEA, el colectivo Basurama trajo troncos y ramas de árboles recuperados de la borrasca Filomena para darles una nueva vida como estructuras naturales de juego en centros educativos. Así, los patios del Chile se animan con troncos de distinto tamaño donde niñas y niños juegan y conviven, disfrutando de estos lugares de encuentro, según nos cuenta Arantxa.
A la entrada hay un cartel con un mapamundi y fotos de los rostros del alumnado, titulado “El mundo en tus manos”, eje del trabajo del proyecto de Educación Artística del curso escolar 21-22. El mapamundi representa la diversidad cultural como rasgo fundamental del perfil del alumnado de este colegio de San Blas-Canillejas: aproximadamente 31 nacionalidades están representadas por las niñas y los niños del centro educativo.
Conocemos a Belén de Santiago y a Ángel Perabá, de Cross Border Project, compañía y escuela de teatro aplicado que busca “unir puentes entre el teatro y la educación”, trabajando “con, para y desde la comunidad”, como nos cuentan. Belén y Ángel proponen al alumnado de cuarto a sexto de Primaria diferentes técnicas teatrales para generar dinámicas de juego, expresión y ficción (Drama in Education, Teatro documental, Teacher in role, Spoken words, entre otras). Buscan que niños y niñas reflexionen sobre la identidad personal y cultural, sobre la convivencia y los cuidados, acerca de la expresión de emociones. En esta línea de Educación Artística se proponen trabajar la creatividad, la imaginación y la inteligencia emocional en un entorno de creación de historias que busca conectar con los sentimientos y experiencias del alumnado.
Además, Cross Border Project apoya la creación de la obra teatral “El Mago de Oz”, actividad que coordina Lidia Llorente, maestra especialista en Música y coordinadora cultural del centro educativo. Tuvimos oportunidad de charlar con una parte del grupo de sexto de Primaria, los actores y las actrices de la obra teatral; se encontraban ensayando, en esta ocasión con Belén, en un espacio ideal, el mini teatro del Chile. Niñas y niños nos cuentan que actúan, juegan y hacen teatro en las actividades de arte y escuela. Aunque pueden sentir nervios o vergüenza, están emocionados con la idea de actuar: “Actúas como si no estuvieras actuando”, dice uno de ellos. Les gusta bailar, jugar al cartero y recuerdan con alegría dinámicas como “Tararí, Tarará” y “Los pasillos del castillo”. La otra parte del grupo trabaja en comisiones como el diseño de vestuario y la producción: todo un trabajo en equipo para crear la obra de este año.
Después nos encontramos con Bosque Pangea, agentes colaboradores de PLANEA que realizan actividades de artes plásticas con los grupos de primero a tercero de Primaria. Carolina Sisabel y Javier Cruz, quienes además son vecinos del barrio, vienen justo de trabajar con un grupo de primero. Sus perfiles en arte y educación conjugan el paisajismo con la arquitectura, con la psicología y las artes escénicas y visuales. Su línea de actuación se enmarca en el proyecto del centro “El mundo en tus manos” y, por otra parte, en la propia propuesta de Bosque Pangea, que “tiene su fundamento en la metáfora de que el mundo era uno sólo; antes de que se dividieran los continentes hubo un origen común”, además de un lugar donde “diferentes especies, energías y tiempos confluyen y se compostan”, lo cual es muy importante en el contexto del centro donde una de las claves es la migración. ¿Cómo serían el mundo, los animales y plantas, si pudiesen cruzarse entre continentes? En este proyecto se trabajan aspectos claves como la cohesión social, el vínculo del alumnado con el centro y el cuestionamiento de los imaginarios alrededor de “lo normal” y “lo diferente”.
Como señalan Carolina y Javi, “vemos que este cole es un bosque pangea” por la riqueza cultural de su alumnado. Enfocan así “el hecho migratorio como valor y riqueza”: un buen punto de partida para que niños y niñas creen algo común, un mural del bosque pangea en uno de los patios del cole. Será un objeto permanente que fortalecerá el sentido de pertenencia hacia el centro. Nos transmiten entusiasmo por imaginar el mural y añadir elementos performativos, de sonido y de juego para crear un espacio dinámico y lleno de sorpresas. Asimismo, observan que el alumnado está motivado por tener el horizonte de “salir y pintar”, generando una gran creación para su cole.
El mural también consiste en el hilo conductor de las sesiones como parte de las actividades de las asignaturas de Plástica y de Música. Todo este trabajo lo coordinan con Lidia: en cada sesión, ofrecen a niños y niñas herramientas y técnicas de creación plástica, como pintar con graffiti y aprender a usar el spray, y presentan conceptos como detonantes del aprendizaje de niñas y niños. Algunos conceptos son la mitología, la forma y fondo en la imagen, que se concretan en la creación de alebrijes. Los alebrijes resultan de la combinación inesperada de animales que realizan niñas y niños, creando “cocobras” o “tatacotrís” en formato stencil. Han trabajado también con cámaras Polaroid y, si el tiempo alcanza, quieren llevar materiales como engrudos y continuar así explorando distintos materiales y técnicas.
Carolina y Javi observan en el alumnado una gran implicación en las actividades artísticas, a partir del cual surge un fuerte vínculo afectivo. Para Bosque Pangea resulta fundamental atender las necesidades del centro a partir de herramientas artísticas pertinentes; frente al absentismo del alumnado, problemática señalada por el equipo docente del CEIP, buscan fortalecer el sentido de pertenencia a partir de la creación colectiva del mural que pone en valor la multiculturalidad, la creatividad y el trabajo de diferentes grupos de niñas y niños.
Casi llega la hora del recreo y ya nos espera otro grupo de estudiantes, quienes en representación de sus compañeras y compañeros de quinto y sexto de Primaria, nos comparten sobre las actuaciones de arte y escuela de su cole. Arantxa nos presenta a tres niños y a una niña de este pequeño grupo, e iniciamos una breve charla. Transmiten su entusiasmo por las actividades de experimentación musical, de teatro y de imaginación, como los “sueños místicos”. Nos dicen que les gusta “dibujar lo que nos apasiona”, “juntar muchas músicas del mundo y hacer nuestras mezclas” y “expresar los sentimientos”. En el proyecto Here be dragons, desarrollado por Álvaro Valls como agente colaborador de PLANEA, comentan que se trata de “Buscar fallos en la aplicación de Google (Google Earth)”, qué no se vé y qué imágenes curiosas encuentran. Sobre las actuaciones de teatro aplicado destacan que “nos enseñan cómo abrir el corazón”, “a escuchar”.
Las actividades artísticas son para este grupo divertidas y memorables, recuerdan detalles de varios juegos y dinámicas con una viveza que asombra. Esto nos recuerda el lema de unos pines del cole, “¡El Chile mola!”, una escuela que alegremente apuesta por un optimismo constante y por la confianza en la labor educativa a partir de las artes.
Después de una pausa para el café, las profesoras Lidia Llorente (coordinadora cultural y docente de Música y Plástica de Primaria) y Estíbaliz Martínez (maestra y coordinadora de Infantil) narran cómo han sido las actuaciones de PLANEA en el centro, las necesidades de su alumnado y los proyectos en marcha en el curso escolar 20-21.
Estíbaliz nos comparte sobre el proyecto Nido para Infantil, que da continuidad al trabajo de CESTO del curso anterior. En las aulas recrean los movimientos de aves y otros animales, construyen madrigueras y nidos con elementos naturales; trabajan así movimientos corporales, la cooperación y la imaginación. El aula específica para el trabajo en Nido se ha acondicionado gracias a recursos sencillos como cajas de cartón y otros más específicos que PLANEA ha facilitado al centro. Esto lo agradecen especialmente y proyectan mejoras que permitan continuar con este tipo de espacios en el centro, muy bien valorados por docentes y por la dirección del CEIP.
Un desafío clave dado el perfil del alumnado es el manejo del grupo. Varios niños y niñas viven en entornos desestructurados y con situaciones familiares complicadas, agravadas también por la crisis del Covid19. El sedentarismo y una actividad permanente de conexión a Internet y de uso de videojuegos pueden afectar a algunos de ellos, específicamente en su capacidad de atención. Además, en el centro tienen niñas y niños que cambian de cole o llegan al Chile en el transcurso del año escolar. Todo ello implica que el profesorado ponga en marcha medidas de convivencia y de adaptación a la forma de trabajo en el centro. Por todo ello, resulta clave cuidar de la dinámica de grupos de manera consistente en todas las actividades del centro educativo.
Estíbaliz y Lidia reflexionan sobre los proyectos de arte y escuela desarrollados como centro piloto de PLANEA. Valoran especialmente que los agentes colaboradores conozcan al centro y adapten sus propuestas en consonancia, por supuesto con la colaboración de docentes y tutoras de los grupos. Para ellas, PLANEA facilita que diversas experiencias de aprendizaje basadas en las artes, incluyendo técnicas y recursos metodológicos novedosos, lleguen a las aulas a partir de perfiles variados de artistas; de otra manera, esto sería muy difícil de lograr. Son materiales y enfoques de trabajo que complementan el aprendizaje escolar, por ejemplo, favoreciendo que el alumnado trabaje la expresión corporal en Infantil o, en Primaria, desarrollen la capacidad expresiva a través del teatro, la actitud crítica ante el ámbito tecnológico y la expresión plástica.
Lidia comparte cómo trabajar con spray sorprende al alumnado: un niño pregunta si no va a venir la Policía. Entonces se abre la oportunidad para presentar esta técnica artística y ampliar horizontes. La multiculturalidad se vive como un desafío de atención a la diversidad de necesidades, pero también como una oportunidad sin igual para fomentar la convivencia, el valor de múltiples tradiciones y fuentes de conocimiento, y la apertura de horizontes.
Por otra parte, señalan los siguientes aspectos clave de la puesta en marcha de las actuaciones de arte y escuela en el Chile: el manejo de grupo en colaboración entre agentes y docentes, la adaptación de las dinámicas de las sesiones según el perfil del alumnado, y la figura de coordinación cultural como activo valioso para impulsar los proyectos artísticos en diálogo con tutores de grupo y comunidad educativa. Para el próximo curso escolar les gustaría dar prioridad a las artes plásticas, por la necesidad del alumnado de un desarrollo motriz frente a un uso extensivo de recursos digitales en casa, y para complementar los perfiles docentes del centro.
Continuamos nuestra visita por el centro y no podíamos perdernos un lugar muy especial: la ludoteca, fruto del proyecto CESTO del curso 20-21. Está ubicada en una de las aulas y constituye un espacio mágico para la superación y la esperanza. Arantxa nos muestra con alegría el aula, relatando el proceso de creación con las artistas y de experimentación.
A través de su relato y de las fotos de los momentos allí vividos somos testigos de las dinámicas de juego y de convivencia de niñas y niños en la Ludoteca. Disfrutar de un espacio propio para el juego libre, para descubrir la luminosidad de los materiales y jugar con otros niños y niñas resulta sanador porque, como indica Arantxa, varios de ellos comparten vivienda con otras familias. Para ella, en un espacio así niñas y niños “sienten paz, como que el tiempo se ralentiza y no hay otra cosa más que hacer que estar e interaccionar… No hay nada que le obligue a hacer nada. Estar con tranquilidad, “yo y el espacio, y el espacio y yo”, buscando ese empoderamiento en el espacio, como recuerda que el proyecto CESTO se propuso.
Ya en su despacho, Arantxa detalla aspectos complementarios de las experiencias como centro piloto de PLANEA. Ante todo y como las docentes Lidia y Estíbaliz expresan, participar en PLANEA es un “regalo” para este centro, un impulso descrito en términos de “optimismo pedagógico”. En un contexto tan difícil socialmente y, en particular, para los centros educativos dada la situación de pandemia, se pone de manifiesto la necesidad de este tipo de proyectos de innovación para el bienestar de la comunidad educativa y para la mejora continua.
En este sentido, nos comparte los avances del presente curso escolar. En primer lugar, orientan los proyectos de arte y escuela según su relación curricular y transversal mediante el eje del proyecto “El mundo en tus manos”. Reorganizan así la articulación de las actuaciones para que sean un claro soporte del proyecto educativo del centro, específicamente de “Superarte”, el proyecto propio de artísticas. Otro paso importante en el presente curso fue dotar de horas a la figura de coordinación cultural, asumida por Lidia, quien aúna liderazgo pedagógico, conocimiento profundo del centro y su contexto y, también un perfil mixto como artista y maestra.
En esta visita constatamos que docentes y agentes colaboradores atesoran numerosas claves como parte de una evolución positiva de los proyectos de arte y escuela. El equipo motor de “Superarte” en el CEIP República de Chile trabaja en el diseño de un esquema que impulse las artes como herramienta de aprendizaje transversal, con una perspectiva de largo aliento. Sus niños y niñas han vivido experiencias artísticas para superarse al conocerse mejor a sí mismos, atendiendo a los objetivos de aprendizaje del Chile.
Ante todo, se proponen ofrecer al alumnado experiencias memorables en búsqueda de la superación personal y social a partir del autoconocimiento, de espacios de juego y convivencia armónicos, de la reflexión sobre la diversidad cultural y geográfica fuertemente vinculada con la identidad y con la comprensión del mundo, la expresión plástica, musical y escénica, y de la imaginación. Esperan que el alumnado se sienta más unido al cole, desarrolle su motivación por aprender y por crear mundos mejores para sí y para quienes le rodean. Tanto sus espacios como sus protagonistas transmiten el aliento de una educación con y para la esperanza. Y nos invitan a escuchar, a escuchar para comprender mejor el dinamismo del encuentro entre el arte y la escuela.