A 23 kilómetros de Granada ciudad, encontramos la población de Güejar Sierra en un entorno natural privilegiado, cerca de Sierra Nevada. Allí se encuentra el CEIP La Vereda, centro educativo público de Infantil y Primaria que explora metodologías activas y novedosas, como las artes escénicas, para transformar la escuela y contribuir a la mejora de su entorno. En este centro tienen ya varios años de trayectoria en el campo de arte y educación, y desde hace dos cursos, se suman a PLANEA como centro piloto.
En estos dos años en PLANEA el CEIP La Vereda ha trabajado en proyectos por demás interesantes. Te invitamos a acompañarnos a las visitas al centro, donde el equipo de evaluación de la Red conversa sobre estos proyectos con alumnado, docentes, familias y agentes de PLANEA.
Un nuevo nombre para el CEIP: el desafío del curso 2021-22
Natalia Marcuello, docente y directora del CEIP La Vereda, subraya el poder de cambio de los proyectos educativo artísticos que han desarrollado con la Red PLANEA. Sobre la experiencia del curso 2021-22, comenta: “El año pasado fue un proyecto que nos cambió. Nos cambió tanto que nos cambió el nombre, somos «La Vereda».
En resumen, el proyecto “Dime tu nombre” fue un proceso de exploración conjunta de identidades para elegir un nuevo nombre para el colegio, de manera participativa y a partir de una indagación que conjuga creatividad, saberes curriculares y la colaboración de la comunidad educativa. El proyecto, que contó con la mediación del nodo andaluz de PLANEA y el acompañamiento de Emilio Rivas como agente colaborador, se planteó la siguiente pregunta: ¿qué nuevo nombre puede ser representativo para el CEIP y por qué?
Los nombres nos identifican, son señas o claves de valor para que otras y otros nos distingan. En este caso se trataba de dotar al centro de un nombre propio, significativo y que no genere lugar a dudas con otros centros de la ciudad de Granada. Como parte de esta indagación el alumnado desarrolló proyectos de aprendizaje donde investigaron sobre la historia del pueblo y sus símbolos, pero también sobre su presente.
La necesidad de cambiar el nombre al CEIP dió sentido a un proyecto artístico que parte de la escuela hacia todo el pueblo de Güejar Sierra. El proyecto se diseñó a partir de técnicas de las artes escénicas, como el dispositivo escénico Take a Walk; este plantea una experiencia inmersiva de escucha a través de auriculares y de diferentes voces, de música y recursos escénicos.
El día de la visita del equipo de evaluación coincide con un momento especial del proyecto. El alumnado de Primaria sale de excursión a uno de los miradores del pueblo; este es el sitio ideal para compartir los posibles nombres para su cole tras todo el trabajo previo del curso. El mirador ofrece unas vistas impresionantes de Güejar Sierra, del valle del Genil y, al fondo, algunos picos de Sierra Nevada asoman con los restos de nieve del pasado invierno.
Después de repartir los cascos a todas las personas que se dan cita en esta actividad (más de 110), Emilio Rivas comienza una cuidadosa narración. Su voz guía a las personas asistentes y genera un ambiente para que el alumnado del CEIP presente a sus compañeros y compañeras, y al profesorado, los posibles nombres para su centro.
Niños y niñas comentan emocionados que han debatido sobre diferentes opciones y que, en ocasiones, fue difícil tomar una decisión compartida. El ambiente es festivo, con sentimientos como orgullo, alegría y curiosidad. Un grupo de docentes expresa que, independientemente de la decisión, agradecen el proceso vivido pues se sienten más cercanos a toda la comunidad educativa. Además, reconocen el avance que varios estudiantes han tenido en la capacidad de expresión oral y en el trabajo en equipo.
Entre los logros de “Dime tu nombre”, el profesorado y agentes apuntan como valioso:
- Experimentar un proceso participativo y abierto a la comunidad del CEIP que aúna saberes curriculares y creatividad, y que consigue cambiar el nombre del centro.
- Diseñar y ofrecer, entre distintas actividades de exploración del entorno, un evento educativo-cultural para la comunidad educativa y la población de Güejar. Este evento fue preparado por el centro educativo como un encuentro y convivencia entre la comunidad escolar y el pueblo. Asistieron un estimado de 400 personas y se celebró en la plaza de Güejar.
- Concretar el cambio de nombre del centro, a partir de la reflexión y del consenso, reflejando el proceso y justificando la toma de decisiones se comparte en este documento.
Mar Dols, agente mediador y como parte del nodo de PLANEA en Andalucía, resume así el proyecto: “Estamos haciendo una labor de exploración de las identidades que conforman el pueblo de Güejar Sierra y que tienen su representación en el cole; cómo se traduce esa diversidad de culturas, voces y pareceres del pueblo, a través de conjugar la mirada de niños y niñas desde Infantil hasta los más mayores, del claustro, de Emilio, y de la mediación, en una cocreación de pensamiento, de escucha, trabajo conjunto, de excursiones y de hacer teatro, de una merienda con todo el pueblo”.
Esta iniciativa es un ejemplo de cómo las prácticas artísticas pueden generar procesos comunitarios. Para Emilio Rivas, agente colaborador, un logro importante del proyecto fue que niñas y niños profundizaron en el conocimiento de su pueblo, desarrollaron la escucha y se fortaleció el sentido de pertenencia con su colegio y con su pueblo.
Por su parte, Silvia Abril Benítez, maestra del CEIP, comenta que la experiencia con el proyecto “Dime tu nombre” ha sido gratificante para todos y todas, además de ofrecer una forma diferente de trabajar las artes escénicas que han podido explorar gracias a su participación en la Red PLANEA. Constata el trabajo cooperativo del alumnado y los productos significativos que han logrado para el centro y para la comunidad.
En definitiva, de esta experiencia artístico educativa se pueden extraer valiosas conclusiones sobre la relación entre arte y escuela.
- En primer lugar, las artes escénicas son una herramienta para aprender sobre temas sociales y para proyectos que impulsen el aprendizaje de saberes de diferentes asignaturas.
- En segundo lugar, la propia experiencia de participación conlleva la formación en valores tales como la escucha, el disenso y el consenso, y la toma de decisiones compartidas en un espacio, la escuela, que es de todos y todas; «Sabemos que todos los procesos artísticos mejoran la convivencia», comenta Natalia Marcuello, directora del CEIP.
- En tercero, el alumnado y todo el claustro ha aprendido más sobre su entorno, fortaleciendo alianzas con el entorno y siendo partícipes de un hito en la historia del CEIP; un logro que contribuye a fortalecer su proyecto educativo de centro.
Tras superar los diferentes pasos administrativos para cambiar el nombre de su centro, este se reconoció oficialmente en el curso 2022-23.
Danza y aprendizaje para la gestión medioambiental
En el curso 2022-2023 el CEIP explora la danza como motor de aprendizaje y de desarrollo profesional docente. El proyecto “Danza lo que quieras” comienza con un trabajo de todo el claustro durante el primer trimestre. Se trata de una formación donde el profesorado explora, a partir de actividades de expresión corporal y danza, la identidad personal y del equipo docente. La propuesta cuenta con la participación de Omar Meza y la compañía Da.Te Danza como agente colaborador de PLANEA, y con la mediación del nodo andaluz de la Red.
En particular, que maestros y maestras experimenten la propuesta artística es una forma de adquirir herramientas para su práctica de una manera vivencial. En palabras de Omar Meza, agente colaborador:
“Que ellos y ellas entendieran el trabajo y para qué sirve el arte. Intentar tocarles, con una experiencia vivida y no como teoría. (…) Qué genera el movimiento, la comunicación no verbal, tocarse y tirarse al suelo, el jugar con un objeto transicional que les lleva a jugar de diferentes maneras… la motricidad, elasticidad, coordinación, el equilibrio… Para qué sirve una metáfora de movimiento, por qué el arte tiene un sentido y cómo se crea”.
Como parte de este taller, los docentes han trabajado con metáforas en torno a las artes y al rol del profesorado como creador de prácticas educativas, como artista ante el desafío de la formación del alumnado. La directora del centro valora positivamente la actividad con el claustro puesto que contribuye a fortalecer los lazos del equipo y a vivir en primera persona la metodología de aprendizaje que luego propondrán a sus alumnos y alumnas.
En cuanto a la experiencia del taller para docentes, María Domene, docente del CEIP, destaca el trabajo en la sensibilización y de conocimiento del equipo. Omar Meza les ha ayudado a fomentar la cultura de colaboración a partir del trabajo conjunto entre docentes y artista para la creación del proyecto para el alumnado.
A partir del segundo trimestre, inicia el trabajo con todo el alumnado con la expresión corporal como vehículo para reflexionar sobre el saber estar, ser y convivir. Luego, docentes y agente se proponen realizar una performance y, a través de la expresión corporal y de la danza, enviar un mensaje urgente: una llamada de atención sobre el cuidado del planeta, concretamente sobre la gestión medioambiental.
Surge así la temática creativa que orienta el trabajo del curso: la gestión medioambiental, enfoque que se centra en explorar qué hacer ante la compleja realidad y aprender a gestionar los recursos de una manera distinta. Es una llamada a una actitud a la vez proactiva y reflexiva ante el reto de la gestión ambiental, una necesidad presente en su entorno.
La performance toma forma a lo largo de los meses de trabajo, fruto de la colaboración y la creatividad de todas las partes implicadas. Se organiza en cuatro momentos o historias donde el alumnado son las y los protagonistas. Son 150 alumnos y alumnas participando en grupos, arropados por sus docentes y con apoyo de las familias. Cada grupo y cada niño y niña le da su particular toque a partir de su expresión en las historias, a partir de las dinámicas de trabajo en las sesiones.
Niños y niñas, a partir de la danza, son quienes invitan al resto de la comunidad educativa a reflexionar sobre la gestión del medio ambiente. Todo ello implica un aprendizaje intergeneracional, como afirma Natalia Marcuello, donde se abordan:
(…) Ciertos temas en que nuestra generación ya va tarde, y quien nos va a educar son las nuevas generaciones. No sé si educando o reeducando (…). Esto es una realidad. (…) estas generaciones tienen claro que si no hay un cambio, el planeta se agota…».
El proyecto tiene una dimensión curricular importante. “Danza lo que quieras” se nutre de la investigación por grupos, es decir, del trabajo por proyectos a partir del tema de la Danza. ¿Cómo se clasifica la danza? ¿Quiénes fueron las y los artistas pioneros? ¿Se danza sólo en los teatros? El profesorado del CEIP dedica el tercer trimestre al trabajo por proyectos, a partir de las motivaciones del alumnado. Como apunta María Domene, niños y niñas «(…) están descubriendo que no sólo la danza es danza clásica». La danza es movimiento, es la autenticidad de la expresión personal. Todos estos aprendizajes los volcarán en un programa de radio, y “(…) están muy motivados porque luego tienen cada semana [sesión] con Omar, y están viendo lo que investigan con la acción».
Además, al relacionar este proceso artístico con la naturaleza y la gestión medioambiental surgen diferentes proyectos interesantes en todos los grupos. Ciencias, Historia, Geografía y Matemáticas son asignaturas cuyos contenidos ayudan a situar hitos en la danza o a comprender mejor los cuerpos geométricos y las figuras de la performance. Además, el equipo docente ha vinculado otras iniciativas del centro (proyecto de aprendizaje servicio Erasmus+ o propuesta sobre Inteligencia Artificial).
Convivencia y desarrollo socioemocional
En palabras de Natalia Marcuello, con este proyecto docentes y alumnado “(…) están trabajando muchas cosas que en un principio no pensábamos que se podían trabajar y que están surgiendo”, como la convivencia y la inclusión. Tanto el registro de las sesiones como los momentos de reflexión a partir de todas las experiencias son de ayuda para lanzar preguntas sobre valores como el respeto, la diversidad cultural y de género, el cuidado del entorno próximo y del planeta. Según el agente colaborador, durante las sesiones han surgido oportunidades valiosas para tratar temas como la contaminación auditiva o la emocional, es decir, otro tipo de “basura” que es necesario gestionar para un mayor bienestar de todas y todos.
En cuanto a los aprendizajes clave del proyecto PLANEA de este curso escolar, la profesora María D., subraya las oportunidades para que niños y niñas exploren el movimiento a partir de lo que ya saben hacer, como las piruetas, y avanzando en la expresión corporal. La iniciativa les ha ayudado a vencer la vergüenza inicial de exponerse al trabajar con el propio cuerpo.
Por su parte, Natalia Marcuello suma otro aprendizaje del alumnado que aporta también a las competencias que se trabajan en asignaturas como Música y Educación Física. En la dimensión socioemocional el alumnado ha vivido un proceso para ganar confianza y mejorar la autoimagen. Omar Meza, agente colaborador, da testimonio de que el alumnado ha mejorado en su expresión corporal, tanto a nivel personal como grupal.
Proyecto artístico y familias del centro
La implicación de las familias es clave en este proyecto de arte y escuela. Mes a mes cuentan con información de los avances, así como están invitadas a ser parte de la comisión mixta para colaborar en la creación del vestuario. Asimismo, ellas y ellos son los invitados principales de la performance, un momento para ser y hacer comunidad y escuchar el mensaje que sus hijos e hijas han preparado.
En la visita pudimos hablar con dos madres de familia que participan en la Comisión Mixta. Una de ellas es la presidenta del AMPA del centro. Nos comentan lo siguiente, reforzando el sentido formativo del proyecto “Danza lo que quieras”:
“A mí me parece muy provechoso para niñas, niños y profesores porque los niños necesitan moverse, necesitan expresarse a través del movimiento. Entonces más allá de lo que ocurra dentro de la sala de clase (…), lo que ocurre en el patio también es muy importante.”
“A mí me gusta mucho que los niños trabajen no solamente en el aula, sino fuera del aula, que puedan traer sus cosas con las que todos los días andan”. (…) Esto nos va a llevar a algún lugar, y los niños recordarán lo que han hecho, que he aprendido esto…, porque lo hacen y lo sienten. Viven valores como la solidaridad, la empatía…(…) Aprenden a escucharse, que es parte de la danza, te escuchas a ti mismo y escuchas a otros”.
Los aprendizajes desde las voces del alumnado
Con un sí rotundo el grupo de tercero y cuarto de Primaria responde a la pregunta del equipo de evaluación sobre si les gusta el proyecto de arte y escuela. ¿Qué es lo que más les gusta? Esto fue lo que varios niños y niñas comentaron:
- “Que podemos usar bicis.”
- “A mí me gusta mucho que podemos transmitir un mensaje bueno y, a la vez, jugar”.
- “Pues a mí lo que me gusta más de esto es que puedo estar con todos mis compañeros, y también podemos jugar, y también podemos ayudar al mundo a que no se contamine tanto.”
- “También hemos aprendido que en todo nuestro alrededor hay unas partículas”, dice una niña, “Que todo está vivo”, puntualiza el agente colaborador.
- “Nuestro espacio”… “El espacio vital”…
La última referencia al espacio vital se refiere al respeto entre sí, del espacio de los demás y del propio. Han aprendido y reflexionado sobre la empatía, sobre el cuidado de la convivencia y la salud mental, entre otros temas relacionados con el bienestar.
Reflexiones finales
El equipo docente agradece el buen hacer de los agentes colaboradores implicados en ambos proyectos, así como al nodo y a la Red PLANEA por la oportunidad de seguir desarrollando proyectos de arte y escuela. Se trata de buscar un equilibrio entre el fin artístico y el fin pedagógico, siendo este último el fundamental. El acompañamiento de PLANEA les aporta seguridad, confianza en el proceso y creatividad.
Cabe destacar el rasgo de transformación de los proyectos de arte y escuela que han emprendido en los dos cursos que aquí reseñamos. En el primer proyecto se vivió un proceso participativo y de indagación sobre las identidades del colegio. En el segundo, y como apunta Omar Meza, agente colaborador, la coreografía es un mero vehículo para que el alumnado y toda la comunidad educativa aprendan a expresarse y a comunicarse para contribuir a la mejora, para impulsar el cambio social.
Para el CEIP La Vereda formar parte de la Red es un impulso para avanzar en sus propósitos educativos, con evidencias del impacto que dicha mirada tiene en los resultados de aprendizaje del alumnado. Además, es importante notar que los proyectos del CEIP La Vereda aportan al desarrollo de competencias en sostenibilidad de su alumnado, en línea con el marco Green Comp de la Comisión Europea. Igualmente, las experiencias del CEIP nos hablan del desarrollo del pensamiento crítico y creativo como parte de la ciudadanía y de cara a los ODS, siguiendo esta reflexión de Carmen Pellicer.
Por último y como nos comentan las madres del centro con quienes charlamos en la visita de evaluación: “Esto ha movido al colegio siempre”, refiriéndose a la apuesta por las artes. Y esa andadura seguirá dando frutos. Esperamos con gran expectación las noticias sobre el próximo proyecto PLANEA del centro.