Aránzazu Mardones trabaja como maestra en el CEIP “JUAN RAMÓN JIMÉNEZ” (Madrid) desde el curso académico 2003/2004.
Desde el 2019, lidera un proyecto integral de Educación Plástica, con el fin de impulsar las artes como medio de encontrar nuevos lenguajes de expresión y canalización de las emociones, que lleven a las alumnas y alumnos a un verdadero encuentro consigo mismas/os, despertando todo su potencial.
La formación permanente es una de sus mayores motivaciones profesionales, siendo las pedagogías activas su mayor punto de interés e investigación. De entre ellas, destaca la Pedagogías Waldorf, Montessori y Reggio Emilia, que ponen su foco en el asombro y el extrañamiento para mirar a la vida desde otros puntos de vista, además de un desarrollo constante del gusto estético y artístico de las personas.
Además, es una ferviente defensora del juego, como potente catalizador de aprendizaje. De modo que, dentro de su aula, éste se convierte en el eje vertebrador de todo proceso creativo y pedagógico. En este sentido, su modus operandi y su proyecto de Educación Artística está claramente influenciado por la pintura creativa, inspirada en maestros tales como: Katharina Widmer, Miguel Castro, Vega Martín y, por supuesto, Arno Stern. Sin olvidar a Hervé Tulluet, que hace del trazo garabateado un mundo infinito de imaginación y color.
Por último y no por ello menos importante, es coordinadora de la biblioteca escolar de su centro, lo que le ha permitido unir el arte a la animación a la lectoescritura. Actualmente, está en proceso de elaboración y publicación de una herramienta psicopedagógica propia, que crea una sinergia perfecta entre el desarrollo personal, el aprendizaje cooperativo, la expresión artística y los ritos iniciáticos de los cuentos de folclore y que es fruto de más de dos años de investigación e innovación educativa.
Su mantra es “sin emoción no hay pensamiento ni acción posible”.