Postales sonoras es la plasmación de una experiencia educativa llevada a cabo en una clase de música de educación primaria, cuyo propósito fue la creación de paisajes sonoros imaginarios inspirados en una imagen (ya sea una pintura, una fotografía profesional o una tomada por los estudiantes). Posteriormente, el resultado sonoro se presenta en una tarjeta postal tangible que incluye la imagen y un código QR, el cual
dirige al archivo de sonido correspondiente.

La estructura de este recurso se basa en una aproximación al sonido en cuatro fases: escuchar, grabar, experimentar y compartir. Además, se incluye una rúbrica para la evaluación que tiene en cuenta los siguientes elementos: inclusión de los tres elementos básicos de un paisaje sonoro, duración y efectos sonoros aplicados. De este modo, el alumnado cuenta con unas «instrucciones» para elaborar su creación sonora.