Silvia Teixeira
La ordenación académica se basa en el concepto de asignatura, y muchas veces podemos entender el centro educativo como una plantación: una sucesión de materias que parecen estar todas juntas en líneas rectas. Este proyecto propone pensar la escuela como un bosque. Sin negar la existencia de los árboles, podemos detener la mirada en lo que sucede entre medias. En el camino entre una asignatura y la siguiente. Caminar esa distancia observando la riqueza de relaciones y generando un nuevo paisaje.
Esta imagen queda condensada en la biblioteca. Muchas veces reducida, de nuevo, a una sucesión de libros inconexos. Otras veces, incluso, permanece en el imaginario escolar como un espacio de castigo, al que mandar a los y las estudiantes que no se comportan adecuadamente en el aula. Por eso, el primer paso de este proceso será intervenir en el uso y metodologías de la biblioteca del centro escolar. Comenzar ahí a crear el bosque. Habitar el espacio entre un libro y el siguiente, mezclar sus hojas y leer el espacio como un ecosistema vivo. La biblioteca albergará los contenidos y formas de hacer de este proyecto de hibridación arte-ciencia.
Para ello, el Proyecto Simbiontes propone una metodología basada en los Laboratorios Ciudadanos. Un proceso participativo con toda la comunidad educativa en el que ensayar nuevos modelos de crear relaciones: entre asignaturas diferentes, entre las personas, entre éstas y el espacio… Mediante el sistema de convocatoria abierta se establece un proceso de escucha y activación de ideas que surgen de la comunidad. En ese contexto se impulsarán proyectos que propongan simbiosis entre contenidos de diferentes asignaturas a través de procesos creativos.
El tema común a todos ellos será el acto de caminar para conocer. Recorrer ese bosque. El proyecto propone el caminar como forma disruptiva de habitar el espacio educativo. La silla, y todas las pedagogías invisibles que ese dispositivo despliega en el aula, desaparecen cuando empleamos el cuerpo en el espacio para conocer desde la experiencia situada de nuestro paseo. La idea de caminar como herramienta epistemológica ha acompañado a la humanidad (desde los peripatéticos hasta los situacionistas). En el Proyecto Simbiontes, la empleamos para recorrer esos espacios intersticiales, entre dos materias, entre el centro educativo y su territorio. Caminar para conectar y detener nuestra mirada en ese paisaje. Dejar de pensar en las materias como árboles en fila y usar esos espacios entre medias para generar simbiosis e hibridación. Dar vida al bosque.